
Tratamiento para cicatrices queloides
Las cicatrices queloides son lesiones de la piel que se desarrollan como resultado de una respuesta exagerada del cuerpo a una herida. Estas cicatrices son gruesas, elevadas y pueden tener una coloración diferente al resto de la piel. Aunque no representan un riesgo para la salud, pueden causar molestias estéticas y, en algunos casos, físicas.
Si tienes una cicatriz queloide y buscas opciones para tratarla, aquí te explicamos las mejores técnicas para eliminarlas, reducir su tamaño y mejorar su apariencia.
¿Qué es una cicatriz queloide y por qué se forma?
Una cicatriz queloide es el resultado de un crecimiento excesivo del tejido cicatricial. A diferencia de las cicatrices normales, los queloides continúan creciendo más allá de los bordes de la herida original.
Las causas principales de su formación incluyen:
- Heridas quirúrgicas mal cicatrizadas.
- Cortes, quemaduras o perforaciones en la piel.
- Acné severo o picaduras de insectos.
- Tatuajes o cirugías estéticas.
- Factores genéticos (es más común en personas con piel oscura).

No todas las cicatrices se convierten en queloides, pero si tienes antecedentes familiares o una piel propensa a la hiperproducción de colágeno, es más probable que desarrolles este tipo de cicatriz.
Técnicas utilizadas en la corrección de cicatrices queloides
Existen diferentes técnicas quirúrgicas para tratar cicatrices queloides, cada una diseñada para abordar un tipo específico de cicatriz. Algunas de las más utilizadas incluyen:
1. Plastia en Z planimétrica
- Indicada para áreas planas.
- Se realiza un injerto en forma de triángulo para mejorar la flexibilidad de la piel y reducir la tensión en la cicatriz.
- Ayuda a mejorar la movilidad de la piel en zonas con cicatrices retraídas.
2. Plastia en S
- Se recomienda para cicatrices ovaladas que presentan contracción de la piel.
- Su objetivo es relajar la cicatriz y mejorar la apariencia estética.
3. W-plastia
- Técnica utilizada para mejorar cicatrices lineales irregulares.
- Disimula la cicatriz al redistribuir su tensión de manera más uniforme.
4. Líneas geométricas quebradas
- Convierte cicatrices largas y rectas en formas más irregulares, lo que las hace menos perceptibles.
- Se utiliza en cicatrices muy visibles para mejorar su integración con la piel circundante.
5. Técnica V-Y y avance tipo V-Y
- Indicada para cicatrices pequeñas que presentan contracción.
- Permite mejorar la movilidad en la zona afectada.
6. Subsección y rellenado
- Se aplica en cicatrices retraídas y profundas.
- Puede incluir el uso de rellenos como grasa autóloga o ácido hialurónico para nivelar la piel y mejorar su textura.
7. Dermoabrasión
- Es una de las técnicas más antiguas para tratar cicatrices.
- Se puede realizar manualmente o con dispositivos mecánicos.
- Su objetivo es alisar la superficie de la piel y reducir la visibilidad de la cicatriz.
Cuidados posteriores al procedimiento
Después de la cirugía para la corrección de cicatrices queloides, es posible que se requieran tratamientos complementarios para optimizar los resultados y prevenir la reaparición de la cicatriz. Algunas opciones incluyen:
- Inyecciones de corticoides: ayudan a reducir la inflamación y prevenir el crecimiento anormal del tejido cicatricial.
- Pomadas cicatrizantes: favorecen la regeneración de la piel y reducen la pigmentación de la cicatriz.
- Parches de silicona: se utilizan para hidratar la piel y minimizar el desarrollo de una nueva cicatriz hipertrófica o queloide.
Además, es fundamental seguir las recomendaciones médicas para una recuperación exitosa
Después de la cirugía puede aparecer inflamación en el área tratada, los resultados se podrían observar al paso de algunas semanas. En el periodo debes seguir recomendaciones como:
- Evita la exposición al sol y usa bloqueador solar en la zona tratada.
- No realices actividades físicas intensas que puedan afectar la cicatriz.
- Usa apósitos de silicona si el médico lo recomienda.